TEORÍA DEL DESARROLLO
Reflejos motrices del niño
Recogemos información gracias de una
gran variedad de órganos sensoriales: ojos, nariz, oídos y extremidades, y nos
construimos una imagen mental del mundo exterior. La capacidad de saber donde
está nuestro cuerpo y que está haciendo, coordinando los movimientos, se va
refinando a partir de este momento y en el curso de nuestra vida gracias a un
sistema constante de retroalimentación o Fed. back.
A medida que el feto
explora su cuerpo, pasará mucho tiempo practicando el reflejo de prensión,
agarrándose manos, pies, dedos, dedos de los pies, e incluso el cordón
umbilical.
18 semanas: Empieza a tragarse
el fluído en el que flota, el líquido amniótico. La madre comienza a notar los
movimientos del bebé porque son lo suficientemente fuertes. Los ojos pueden
abrirse ya en esta semana (reflejo de parpadeo).
22-24 semanas: Va a desarrollar
los órganos de los sentidos que ya están maduros. Aprenderá a moverse. El
cerebro recibe estímulos sensoriales en sobrecarga y empieza a interpretarlos.
Los sentidos serán la clave para
interpretar el mundo que le rodea. Le permitirá ser consciente de sí mismo,
interactuar con otros, explorar y aprender.
24 semanas: Saca la lengua.
Los olores y los sabores pasan al bebé a través del líquido amniótico → oler y
saborear lo que come su madre. La leche materna tiene un gusto y olor parecido
al líquido amniótico, con lo cual la conocerá cuando nace.
La vista no la puede
experimentar → en el útero está muy oscuro. La luz directa del sol puede
detectarla (los tonos rojos al nacer).
25 semanas: Ojos con pestañas.
El sentido más desarrollado del feto será el oído. Las ondas sonoras viajan 4
veces más rápidas en el agua que en el aire. Primero oye los ruidos del cuerpo
de su madre. Chapotea y juega con el líquido. El sonido de la voz de su madre
le llega mejor porque es de dentro, hay pues, una mejor relación.
Hace muecas y frunce el ceño cuando le
molesta la onda ultrasónica; empieza a sentir dolor, molestias…
Se puede apreciar el reflejo de protección
a sonidos repentinos: extiende brazos y piernas hacia un lado.
Reflejo de succión (labial): todo aquello
que sea del tamaño del pezón y roce la boca del niño lo desencadena.
26 semanas: El feto da
patadas, empujará y tiene hipo. Los últimos órganos vitales en formarse serán
los pulmones. Hace movimientos respiratorios con los pulmones y el diafragma,
practicando para cuando salga del vientre materno, fortaleciendo los músculos
del pecho.
28 semanas: Los sentidos se
encuentran activos. Entre la 28 y 32 semana el sistema nervioso lo tendrá
desarrollado como un recién nacido. Creará un recuerdo. Sentirá. El sistema del
equilibrio termina de madurarse con el sistema vestibular.
32 semanas: El feto reconoce y
sigue una música en particular.
33 semanas: Los bebés entran
en fase MOR, movimientos de los ojos por debajo de los párpados ►está
soñando. El feto, a falta de un mes, ya está soñando. Soñar es vital, aprende
experiencias y estrategias para enfrentarse al mundo y estimula el crecimiento
y funcionamiento del cerebro.
Reflejos al nacer
El primer logro del bebé recién nacido es poseer reflejos, los cuales son
los principales mecanismos de defensa de todo ser vivo. Los reflejos son
actos o movimientos involuntarios con que el bebé responde a ciertos estímulos
o sensaciones. Llorar, chupar, estornudar, asustarse ante un ruido son
reflejos que nos permiten conocer el mundo y adaptarse a él.
DESARROLLO PSICOMOTOR
CONCEPTO DE DESARROLLO PSICOMOTOR HUMANO
El desarrollo
psicomotor se puede considerar como la evolución de las capacidades para
realizar una serie de movimientos corporales y acciones, así como la
representación mental y consciente de los mismos. El desarrollo psicomotor se
manifiesta a través de la función motriz. La motricidad domina el
comienzo del desarrollo del niño, hasta el punto de que los movimientos
son las únicas manifestaciones psicológicas que se pueden encontrar en el
bebé. Posteriormente, el movimiento seguirá desempeñando un papel fundamental
en el desarrollo del niño.
Se distingue entre motricidad
fina, especialmente de las manos y de los dedos, con la prensión y un
gran número de movimientos derivados de ésta; ymotricidad gruesa,
constituida por movimientos de conjunto, que permiten la coordinación de
grandes grupos musculares, los cuales intervienen en los mecanismos del
control postural, el equilibrio y los desplazamientos.
LEYES DEL DESARROLLO PSICOMOTOR. Vinieron dadas por
Gesell.
- Ley o gradiente céfalo-caudal. Se refiere a que
el desarrollo sigue un patrón regular, conforme al cual las partes
superiores del cuerpo comienzan a funcionar antes que las inferiores.
Esto quiere decir que se controlan antes los movimientos de la
cabeza que los de las piernas.
- Ley o gradiente próximo-distal. Las funciones
motrices tienden a madurar antes en las zonas más cercanas a la línea
media del cuerpo que en las zonas más alejadas de esa línea. Así, el
control de los hombros se adquiere antes que el de los brazos y éste
antes que el de las manos.
- Ley o gradiente general-específico. Los
movimientos globales o generales aparecen antes que los más localizados,
precisos y coordinados. Así, cuando un bebé quiere alcanzar un objeto,
realiza movimientos amplios y poco coordinados con todo el cuerpo.
Posteriormente, conforme se vaya desarrollando la capacidad de
acercamiento de la mano al objeto, los movimientos serán más precisos y
económicos.
COMPONENTES DE BASE DEL SISTEMA PSICOMOTOR HUMANO
EL TONO MUSCULAR
El tono es una
tensión suave y constante de los músculos sanos, que ofrecen una ligera
resistencia a su desplazamiento cuando los miembros son movidos de forma
pasiva; por tanto, para valorarlo necesitamos mover pasivamente los segmentos
de las extremidades. En los bebés, en muchos casos, la simple observación del
movimiento y la postura nos indica cómo es el tono, valorándolo en tronco,
EESS. y EEII. Puede ser Hipertono, hipotono o tono fluctuante. Varía, así
mismo, desde una forma leve a una muy intensa. El niño hipertónico es
poco extensible y manifiesta desde los primeros meses una gran movilidad que
aumenta con cada una de las adquisiciones del desarrollo postural. La
adquisición de la posición de pie y de la marcha son precoces. El niño
hipotónico es muy extensible. Es más bien tranquilo y su desarrollo postural
más tardío que en el de los niños hipertónicos. Prefiere los juegos de
manipulación de objetos a las manifestaciones ruidosas.
Se distingue
entre tono axial o tonicidad de los músculos del tronco, que
intervienen el mantenimiento de las postural; y tono de los miembros,
que permite el dominio de las actividades motrices. La evolución del tono no
es homogénea. El tono axial y el tono de los miembros evolucionan de modo
inverso. Respecto al tono de los miembros, en el recién nacido encontramos un
alto grado de tonicidad y como consecuencia, brazos y piernas permanecen
flexionados, siendo difícil conseguir su extensión. El tono axial, sin
embargo, está menos desarrollado en el recién nacido, presentando un nivel
bajo de tonicidad. En los meses siguientes, se va a ir produciendo una
mayor tonicidad en los músculos del tronco siguiendo la progresión
céfalocaudal, haciendo posible que el niño pueda mantener la cabeza erguida,
sentarse, ponerse de pie y caminar.
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Estos reflejos son evaluados en el bebé en el momento
de nacer, pues son considerados mecanismos de defensa que permiten verificar la
actividad normal del sistema nervioso y del cerebro.
Existen reflejos que se presentan sólo en determinados periodos de desarrollo,
pues la ausencia o persistencia de los mismos indica alteraciones en el sistema
nervioso.
Así, el reflejo tónico asimétrico, se caracteriza por la rotación
de la cabeza hacia un lado de la cara y las del lado de la nuca se flexionan,
se presenta en los dos primeros meses. Si el reflejo persiste impide la
coordinación ojo-mano. Se detecta en niños con trastornos motrices cerebrales.
Así el reflejo de moro, sólo aparece en los dos primeros meses,
esto hace que cuando se sienta asustado o como que si se estuviera cayendo,
parece sobresaltado y sus brazos se extienden hacia delante de lado con las
palmas hacia arriba y los pulgares flexionados. La ausencia de este reflejo
puede indicar alguna lesión o de una enfermedad y si persiste, el niño no puede
sentarse, no puede cerrar la boca para comer y no puede hablar.
Reflejo de prensión palmar, suele desaparecer entre los 5 y 6 meses, al
tocar en la palma de la mano con un objeto cualquiera, el bebé cierra sus
dedos, como para cogerlo, la prensión es tan fuerte que se puede elevar a niño
y la articulación del codo persiste levemente flexionada. Si existe este
reflejo perdura durante mucho tiempo impide el apoyo sobre la mano abierta y no
hay reacción de equilibrio.
El reflejo de prensión plantar, se presenta luego de tocar la planta de los
pies, el niño flexiona los dedos, al soltarlo, los dedos se extienden y se
separan. Cuanto este reflejo persiste, es imposible el apoyo plano del pie y
caminar levantando normalmente los pies.
Estos son algunos ejemplos de la importancia que tienen los reflejos como
indicadores del desarrollo del niño, nos pueden informar si el cerebro y el
sistema nervioso están funcionando adecuadamente o si existe alguna alteración
en ellos. Los reflejos son reacciones involuntarias que condicionan y preparan
al niño para el aprendizaje de los movimientos voluntarios y el ejercicio de
nuevas habilidades y el desarrollo general de la coordinación motriz.
REFLEJOS
Los reflejos arcaicos,
presentes desde el nacimiento, pueden ser indicadores de un déficit motor, pero
dan poca información sobre la calidad del control y habilidad del movimiento.
Estos reflejos desaparecen asociados con las respuestas posturales conjuntamente
con la aparición del volteo, la sedestación autónoma, el gateo y la
marcha. Esto significa que el control de la postura y el movimiento
depende de la aparición, desaparición e integración de los reflejos
e indican también el aumento madurativo de las estructuras nerviosas que
inhiben e integran los reflejos (SNC.).
REFLEJOS Y REACCIONES
Reflejos orales
Los reflejos de
succión y deglución se dan en los bebés a término y en todos los
niños prematuros, incluso en los de menos edad. Su ausencia en un bebé a
término sugeriría un defecto de desarrollo. El reflejo de succión se comprueba
introduciendo un dedo o una tetina dentro de la boca y entonces se produce una
succión vigorosa.
El reflejo de
búsqueda se da en los bebés a término normales.
Le permite encontrar el
pezón sin que lo dirijan. Cuando se toca ligeramente la comisura de la boca, el
labio inferior del mismo lado baja y mueve la lengua hacia el punto de
estímulo.
Cuando el dedo del que lo examina se
desliza hacia ese punto, gira la cabeza para seguirlo. Este reflejo de
“búsqueda” también se denomina reflejo perioral o del hociqueo. Los autores
franceses denominan estos reflejos como “reflejos de los puntos cardinales”.
Reflejos oculares
Reflejos de parpadeo. Diferentes estímulos
provocan parpadeo, incluso si el niño está dormido, o producen un tensamiento
de los párpados cuando los ojos están cerrados.
Si hay
dificultades para inducir el reflejo, debido a que los ojos están cerrados, la
estimulación de la región perioral puede provocar que el niño abra los ojos,
con lo que la prueba puede realizarse fácilmente.
La demostración
satisfactoria de estos reflejos muestra que el estímulo, ya sea sonoro,
luminoso o táctil, ha sido recibido, que es muy poco probable que exista
depresión cerebral y que los músculos apropiados se contraen como respuesta.
La
respuesta en ojos de muñeca. Se denomina así, porque se produce un
retardo en el movimiento de los ojos después de haber girado la cabeza. El
reflejo suele darse en los 10 primeros días, desapareciendo a medida que se
desarrolla la fijación. El reflejo puede durar más tiempo en los niños
anormales.
Reflejos
pupilares. La pupila reacciona ante la luz, pero en el caso de los niños prematuros
y de algunos bebés a término el tiempo de exposición a la luz ha de ser
prolongado para provocar el reflejo; la luz utilizada no debería ser muy
brillante, para que no cierre los ojos.
Reflejo de Moro
Puede ser provocado de
dos formas. Se coloca al bebé en posición supina con la parte posterior de la
cabeza apoyada en la palma de la mano, unos 3 cm. por encima de la mesa.
Soltando rápidamente la cabeza, se consigue iniciar el reflejo. Otro método
alternativo es aguantarlo con las manos y elevarlo ligeramente sobre la mesa.
El reflejo consiste en
la abducción y en la extensión de los brazos. Las manos se abren, pero los
dedos suelen quedarse curvados. Esta fase va seguida por la aducción de los
brazos como si se tratara de un abrazo. Este reflejo está acompañado por
lloros, la extensión del tronco y de la cabeza con movimientos de las piernas.
El reflejo es
menos prolongado cuando hay hipertonía; el movimiento completo del brazo está
obstaculizado por el tono muscular aumentado... En la hipertonía grave, es
imposible provocar el reflejo. Cuando hay hipotonía grave es difícil obtener el
reflejo: se encuentra muy disminuído si se han administrado muchos calmantes a
la madre o si existe una lesión cerebral.
La respuesta de Moro es un reflejo
vestibular. Desaparece a los 3 o 4 meses aproximadamente.
Reflejo de alarma
Este suele confundirse
con el reflejo de Moro. En el reflejo de alarma, obtenido por medio de un ruido
fuerte repentino o golpeando el esternón, se flexiona el codo (no se extiende,
como en el reflejo de Moro) y la mano permanece cerrada.
Reflejo de prensión
Se provoca
introduciendo un dedo u otro objeto adecuado en la palma de la mano por el lado
cubital. Cuando se estimula la palma, los dedos se flexionan y hacen presa en
el objeto. Durante la prueba, el dorso de la mano no debería ser tocado, ya que
esto excita el reflejo inverso y la mano se abre. Una vez obtenido el reflejo
de prensión, puede levantarse el dedo ligeramente hacia arriba. Al hacer esto
con un niño a término, la presa se refuerza y se produce una tensión gradual de
los músculos que van desde la muñeca hasta el hombro, hasta un momento en el
que el bebé se queda colgado del dedo momentáneamente. Se puede conseguir una
respuesta similar dando golpecitos a la planta del pie por debajo de la base de
los dedos. El reflejo de prensión se valora, en parte, en relación con la
intensidad, con la simetría y con su persistencia cuando debería haber
desaparecido. Debería desaparecer en 2 ó 3 meses y su persistencia puede
indicar la forma espástica de la parálisis cerebral.
Reflejo del pie
Consiste en una flexión
viva de la extremidad y se produce como respuesta a un estímulo nocivo como es
un alfilerazo en la planta del pie. El reflejo de extensión cruzada se obtiene
sujetando una pierna extendida por la rodilla y aplicando una presión firme
sobre la planta o golpeándola en el mismo lado. André Thomas sugirió que la
respuesta plantar es obtenida más fácilmente sujetando el pie
perpendicularmente al suelo y estimulando la parte anterior del primer espacio
ínter óseo. Se dio particular importancia a la asimetría de la respuesta.
Desapareció a la edad de 8 meses.
Reflejos de posición y de deambulación
La reacción de
apoyo de la extremidad se provoca apoyando la parte anterior de la
tibia o del cúbito contra el borde de una mesa. El niño levanta una pierna para
colocar el pie encima de la mesa, o eleva el brazo para colocar la mano encima
de la mesa.
El
reflejo de deambulación o de marcha se obtiene sujetando al bebé
en posición vertical sobre una mesa de forma que la planta del pie presione contra
ésta. Esto inicia la flexión y extensión recíproca de las piernas, simulando la
marcha. El reflejo de deambulación desaparece en los niños normales a la edad
de 5 ó 6 semanas, pero puede seguirse obteniendo durante algunas semanas más,
si la cabeza del bebé está extendida cuando su pie está plano sobre la mesa de
examen.
Incurvación del tronco (reflejo de Galant)
Si se coloca al niño en
suspensión ventral o se le sitúa en posición prona, la estimulación de la parte
lateral de la columna o de la región lumbar, provoca la flexión del tronco
hacia el lado en el que se ha producido el estímulo. De 0 a 2 meses.
Reflejos tónicos del cuello
Pueden ser simétricos y asimétricos.
El más
conocido es el asimétrico y se observa a intervalos en los bebés
pequeños durante los 2 primeros meses. Cuando el niño se encuentra en posición
supina y no llora, puede verse echado con la cabeza vuelta hacia un lado y con
el brazo y la pierna del mismo lado, extendidos. La rodilla contralateral suele
estar flexionada. El reflejo desaparece normalmente a la edad de 2 ó 3 meses.
El reflejo se encuentra más acentuado en los bebés espásticos y permanece más
tiempo que en los niños normales. El reflejo es, en parte, el responsable de
evitar que el niño pase de la posición prona a la supina o viceversa, durante
las Primeras semanas.
El reflejo
tónico simétrico del cuello es provocado por la flexión o extensión del cuello.
Al levantar la cabeza
del niño que se encuentra de rodillas, se aumenta el tono extensor de los
brazos y el tono flexor de las piernas. Si el reflejo es fuerte el niño
extiende los brazos y flexiona las piernas; la flexión del cuello produce el
efecto inverso. Se comprueba la influencia de este reflejo en los niños
normales cuando levantan la cabeza y los hombros en posición prona: les ayuda a
apoyarse sobre los brazos y a pasar a manos y rodillas: El reflejo desaparece
cuando empiezan a gatear, un movimiento que exige una independencia del
movimiento de las extremidades de la posición de la cabeza. En la parálisis
cerebral, el reflejo suele ser hiperactivo.
Reflejos tónicos del
laberinto
Estos reflejos afectan
a las cuatro extremidades y están estrechamente relacionados con los reflejos
tónicos del cuello.
Su efecto se aprecia
mejor en la cabeza, hombros, brazos y tronco. Estando el niño con parálisis
cerebral en posición horizontal supina, empuja con la cabeza hacia atrás, y la
flexión pasiva puede ser resistida fuertemente. En posición prona, se produce
la flexión de la cabeza cuello y columna y opone resistencia al elevamiento
pasivo de la cabeza.
Cuando el niño normal
de 4 meses o más, se encuentra en posición prona y la barbilla es levantada
pasivamente, se produce una extensión protectora de los brazos con la
utilización de las manos como apoyo.
Reflejos de
enderezamiento. Son los responsables de la habilidad para restaurar la posición
normal de la cabeza en el espacio y para mantener la relación postural normal
de la cabeza,tronco y extremidades durante todas las actividades.
Entre estos reflejos se encuentran:
- Reflejo de enderezamiento del cuello. Está presente al nacimiento
y cuando más fuerza tiene es a la edad de 3 meses. Si se gira la cabeza
hacia un lado, le sigue el movimiento del cuerpo como un todo.
- El reflejo laberíntico de enderezamiento actúa sobre la cabeza.
Se da a los 2 meses y cuando tiene más fuerza es a los 10 meses. Permite
que el niño levante la cabeza estando en posición prona (cuando tiene 1 o
2 meses) y posteriormente cuando se encuentra en posición supina.
- El reflejo de enderezamiento del cuerpo, actúa sobre el cuerpo.
Aparece a los 7 a 12 meses. Modifica el reflejo de enderezamiento del
cuello y desempeña un importante papel en los primeros intentos del niño
para sentarse y pasar a bipedestación.
Reflejo de
Landau: Si el niño se encuentra en suspensión ventral, la cabeza, la columna y las
piernas se extienden: si la cabeza se flexiona pasivamente, la cadera, la
rodilla y los codos se flexionan. Esta reacción se produce normalmente desde la
edad de 3 meses, se da en la mayoría de los bebés hasta los 6 meses y se vuelve
cada vez más difícil de producir cuando tienen 1 año. Se observa la ausencia de
este reflejo en niños de más de 3 meses con debilidad motora, parálisis
cerebral y deficiencia mental.
La reacción de paracaídas
Aparece a los 6 a 9
meses y es constante a lo largo de toda la vida. Este reflejo se provoca
sujetando al niño en suspensión ventral y bajándolo repentinamente hacia la
mesa de examen. Extiende los brazos como para protegerse de la caída.
Las reacciones de apoyo
son similares: aproximadamente desde los 5 a los 7 meses, cuando el niño se
encuentra en la posición de sentado, se le ladea hacia un lado o hacia atrás,
extiende los brazos hacia la posición adecuada como si se protegiera de la
caída.
Reflejos tendinosos
Los reflejos tendinosos
más útiles y más fáciles de comprobar son los del bíceps, los reflejos
rotulianos y los supinadores. Suelen darse de forma exagerada en la parálisis
cerebral espástica. En las enfermedades del tracto piramidal, se aumenta
considerablemente el área en que puede obtenerse los reflejos tendinosos -del
mismo modo que aumenta en los niños de más edad el área en el que se produce la
respuesta plantar.
REACCIONES NEUROMOTRICES
Principalmente en el
desarrollo se produce por la intervención paulatina de tres tipos de
reacciones automáticas: reacciones de
enderezamiento, reacciones de equilibrio y reacciones de protección; que a
su vez nos van a proporcionar los patrones de coordinación de la postura y el
movimiento básicos, que son: control cefálico, volteo, cambio postural a sentado,
rodillas, bipedestación. Estos patrones van a ser la base sobre la que se
asienten las actividades más evolucionadas.
Su valoración no
es útil para observar cómo el niño, desde pequeño, usa y adapta la información
sensorial, la capacidad de adaptar su posición en el espacio y con relación a
los diferentes segmentos de su cuerpo a través de unos cambios posturales
impuestos por el examinador. Esta valoración o motricidad dirigida, pone en
juego el tono activo. Son ejercicios del fisioterapeuta, enderezamientos y
desplazamientos en los diferentes planos del espacio, que tienen por finalidad
provocar una serie de gestos y cambios de postura en los diferentes segmentos
del cuerpo: cómo orientar la cabeza respecto al cuerpo, las extremidades y el
espacio a partir de la información sensorial, de manera que al provocar
movimientos activos de los músculos se provoca información propioceptiva al
cerebro. En esta exploración diferenciamos respuesta normal o anormal; si el
niño puede modificar o cambiar voluntariamente; o si no puede modificar el
esquema neuromotor anormal.
Reacciones en suspensión ventral: grado de extensión de
cabeza y piernas.
Reacciones en suspensión dorsal: tendencia a la
extensión de las EEII.
Reacciones en suspensión lateral: grado de
extensión y giro completo en suspensión para ver si reacciona siempre
igual para todos los ángulos.
En sedestación, los desplazamientos
del cuerpo sobre las nalgas en el eje corporal.
En cuclillas: ver si es capaz de
mantener su peso sobre la gravedad y adaptarse a las variaciones de los
movimientos manteniendo sus piernas simétricas.
Maniobra de pull to sit: de supino a
sedestación traccionando de las manos con abducción de brazos observando
el control de la cabeza.
Volteo provocado desde los brazos: se tracciona del brazo
y el niño apoya el antebrazo y eleva la cabeza.
Volteo desde la cabeza
Volteo desde las piernas.
De supino a sedestación: traccionamos del brazo
en posición oblicua y provocamos que se siente apoyando el antebrazo y la mano
contrarios.
Elevación del niño del plano de
apoyo cogiéndolo por las axilas, notamos si sostiene nuestras manos y si
hace movimiento simétrico de los pies.
RESUMEN DEL DESARROLLO
DE LAS MANOS