sábado, 26 de octubre de 2013

teoría del desarrollo I " los reflejos"

TEORÍA DEL DESARROLLO

Reflejos motrices del niño
Recogemos información gracias de  una gran variedad de órganos sensoriales: ojos, nariz, oídos y extremidades, y nos construimos una imagen mental del mundo exterior. La capacidad de saber donde está nuestro cuerpo y que está haciendo, coordinando los movimientos, se va refinando a partir de este momento y en el curso de nuestra vida gracias a un sistema constante de retroalimentación o Fed. back.
    A medida que el feto explora su cuerpo, pasará mucho tiempo practicando el reflejo de prensión, agarrándose manos, pies, dedos, dedos de los pies, e incluso el cordón umbilical. 
    18 semanas: Empieza a tragarse el fluído en el que flota, el líquido amniótico. La madre comienza a notar los movimientos del bebé porque son lo suficientemente fuertes. Los ojos pueden abrirse ya en esta semana (reflejo de parpadeo).
    22-24 semanas: Va a desarrollar los órganos de los sentidos que ya están maduros. Aprenderá a moverse. El cerebro recibe estímulos sensoriales en sobrecarga y empieza a interpretarlos.
 Los sentidos serán la clave para interpretar el mundo que le rodea. Le permitirá ser consciente de sí mismo, interactuar con otros, explorar y aprender.
    24 semanas: Saca la lengua. Los olores y los sabores pasan al bebé a través del líquido amniótico → oler y saborear lo que come su madre. La leche materna tiene un gusto y olor parecido al líquido amniótico, con lo cual la conocerá cuando nace.
    La vista no la puede experimentar → en el útero está muy oscuro. La luz directa del sol puede detectarla (los tonos rojos al nacer).
    25 semanas: Ojos con pestañas. El sentido más desarrollado del feto será el oído. Las ondas sonoras viajan 4 veces más rápidas en el agua que en el aire. Primero oye los ruidos del cuerpo de su madre. Chapotea y juega con el líquido. El sonido de la voz de su madre le llega mejor porque es de dentro, hay pues, una mejor relación.
Hace muecas y frunce el ceño cuando le molesta la onda ultrasónica; empieza a sentir dolor, molestias…
Se puede apreciar el reflejo de protección a sonidos repentinos: extiende brazos y piernas hacia un lado.
Reflejo de succión (labial): todo aquello que sea del tamaño del pezón y roce la boca del niño lo desencadena.
   26 semanas: El feto da patadas, empujará y tiene hipo. Los últimos órganos vitales en formarse serán los pulmones. Hace movimientos respiratorios con los pulmones y el diafragma, practicando para cuando salga del vientre materno, fortaleciendo los músculos del pecho.
   28 semanas: Los sentidos se encuentran activos. Entre la 28 y 32 semana el sistema nervioso lo tendrá desarrollado como un recién nacido. Creará un recuerdo. Sentirá. El sistema del equilibrio termina de madurarse con el sistema vestibular.
    32 semanas: El feto reconoce y sigue una música en particular.
    33 semanas: Los bebés entran en fase MOR, movimientos de los ojos por debajo de  los párpados ►está soñando. El feto, a falta de un mes, ya está soñando. Soñar es vital, aprende experiencias y estrategias para enfrentarse al mundo y estimula el crecimiento y funcionamiento del cerebro.

Reflejos al nacer
El primer logro del bebé recién nacido es poseer reflejos, los cuales son los principales mecanismos de defensa de todo ser vivo. Los reflejos son actos o movimientos involuntarios con que el bebé responde a ciertos estímulos o sensaciones. Llorar, chupar, estornudar, asustarse ante un ruido son reflejos que nos permiten conocer el mundo y adaptarse a él.

DESARROLLO PSICOMOTOR
CONCEPTO DE DESARROLLO PSICOMOTOR HUMANO
    El desarrollo psicomotor se puede considerar como la evolución de las capacidades para realizar una serie de movimientos corporales y acciones, así como la representación mental y consciente de los mismos. El desarrollo psicomotor se manifiesta a través de la función motriz. La motricidad domina el comienzo  del desarrollo del niño, hasta el punto de que los movimientos  son las únicas manifestaciones psicológicas que se pueden encontrar en el bebé. Posteriormente, el movimiento seguirá desempeñando un papel fundamental en el desarrollo del niño.
    Se distingue entre motricidad fina, especialmente de las manos y de los dedos, con la prensión y un gran número de movimientos derivados de ésta; ymotricidad gruesa, constituida por movimientos de conjunto, que permiten la coordinación de grandes grupos musculares, los cuales intervienen en los mecanismos del control postural, el equilibrio y los desplazamientos.
LEYES DEL DESARROLLO PSICOMOTOR. Vinieron dadas por Gesell.
  • Ley o gradiente céfalo-caudal. Se refiere a que el desarrollo sigue un patrón regular, conforme al cual las partes superiores del cuerpo comienzan a funcionar antes que las inferiores. Esto quiere decir que se controlan  antes los movimientos de la cabeza que los de las piernas.
  • Ley o gradiente próximo-distal. Las funciones motrices tienden a madurar antes en las zonas más cercanas a la línea media del cuerpo que en las zonas más alejadas de esa línea. Así, el control de los hombros se adquiere antes que el de los brazos y éste antes que el de las manos.
  • Ley o gradiente general-específico. Los movimientos globales o generales aparecen antes que los más localizados, precisos y coordinados. Así, cuando un bebé quiere alcanzar un objeto, realiza movimientos amplios y poco coordinados con todo el cuerpo. Posteriormente, conforme se vaya desarrollando la capacidad de acercamiento de la mano al objeto, los movimientos serán más precisos y económicos.
COMPONENTES  DE BASE DEL SISTEMA PSICOMOTOR HUMANO
EL TONO MUSCULAR
    El tono es una tensión suave y constante de los músculos sanos, que ofrecen una ligera resistencia a su desplazamiento cuando los miembros son movidos de forma pasiva; por tanto, para valorarlo necesitamos mover pasivamente los segmentos de las extremidades. En los bebés, en muchos casos, la simple observación del movimiento y la postura nos indica cómo es el tono, valorándolo en tronco, EESS. y EEII. Puede ser Hipertono, hipotono o tono fluctuante. Varía, así mismo, desde una forma leve a una muy intensa. El niño hipertónico es poco extensible y manifiesta desde los primeros meses una gran movilidad que aumenta con cada una de las adquisiciones del desarrollo postural. La adquisición de la posición de pie y de la marcha son  precoces. El niño hipotónico es muy extensible. Es más bien tranquilo y su desarrollo postural más tardío que en el de los niños hipertónicos. Prefiere los juegos de manipulación de objetos a las manifestaciones ruidosas.
     Se distingue entre tono axial o tonicidad de los músculos del tronco, que intervienen el mantenimiento de las postural; y tono de los miembros, que permite el dominio de las actividades motrices. La evolución del tono no es homogénea. El tono axial y el tono de los miembros evolucionan de modo inverso. Respecto al tono de los miembros, en el recién nacido encontramos un alto grado de tonicidad y como consecuencia, brazos y piernas permanecen flexionados, siendo difícil conseguir su extensión. El tono axial, sin embargo, está menos desarrollado en el recién nacido, presentando un nivel bajo de tonicidad. En los meses siguientes, se va a ir produciendo  una mayor tonicidad en los músculos del tronco siguiendo la progresión céfalocaudal, haciendo posible que el niño pueda mantener la cabeza erguida, sentarse, ponerse de pie y caminar.
Estos reflejos son evaluados en el bebé en el momento de nacer, pues son considerados mecanismos de defensa que permiten verificar la actividad normal del sistema nervioso y del cerebro.
Existen reflejos que se presentan sólo en determinados periodos de desarrollo, pues la ausencia o persistencia de los mismos indica alteraciones en el sistema nervioso.
Así, el reflejo tónico asimétrico, se caracteriza por la rotación de la cabeza hacia un lado de la cara y las del lado de la nuca se flexionan, se presenta en los dos primeros meses. Si el reflejo persiste impide la coordinación ojo-mano. Se detecta en niños con trastornos motrices cerebrales.
Así el reflejo de moro, sólo aparece en los dos primeros meses, esto hace que cuando se sienta asustado o como que si se estuviera cayendo, parece sobresaltado y sus brazos se extienden hacia delante de lado con las palmas hacia arriba y los pulgares flexionados. La ausencia de este reflejo puede indicar alguna lesión o de una enfermedad y si persiste, el niño no puede sentarse, no puede cerrar la boca para comer y no puede hablar. 

Reflejo de prensión palmar, suele desaparecer entre los 5 y 6 meses, al tocar en la palma de la mano con un objeto cualquiera, el bebé cierra sus dedos, como para cogerlo, la prensión es tan fuerte que se puede elevar a niño y la articulación del codo persiste levemente flexionada. Si existe este reflejo perdura durante mucho tiempo impide el apoyo sobre la mano abierta y no hay reacción de equilibrio.
El reflejo de prensión plantar, se presenta luego de tocar la planta de los pies, el niño flexiona los dedos, al soltarlo, los dedos se extienden y se separan. Cuanto este reflejo persiste, es imposible el apoyo plano del pie y caminar levantando normalmente los pies.
Estos son algunos ejemplos de la importancia que tienen los reflejos como indicadores del desarrollo del niño, nos pueden informar si el cerebro y el sistema nervioso están funcionando adecuadamente o si existe alguna alteración en ellos. Los reflejos son reacciones involuntarias que condicionan y preparan al niño para el aprendizaje de los movimientos voluntarios y el ejercicio de nuevas habilidades y el desarrollo general de la coordinación motriz.
REFLEJOS
    Los reflejos arcaicos, presentes desde el nacimiento, pueden ser indicadores de un déficit motor, pero dan poca información sobre la calidad del control y habilidad del movimiento. Estos reflejos desaparecen asociados con las respuestas posturales conjuntamente con la aparición  del volteo, la sedestación autónoma, el gateo y la marcha. Esto significa que el control de la postura  y el movimiento depende de la aparición,  desaparición  e integración de los reflejos e indican también el aumento madurativo de las estructuras nerviosas que inhiben e integran los reflejos (SNC.).
REFLEJOS Y REACCIONES
Reflejos orales
    Los reflejos de succión y deglución se dan en los bebés a término y en todos los niños prematuros, incluso en los de menos edad. Su ausencia  en un bebé a término sugeriría un defecto de desarrollo. El reflejo de succión se comprueba introduciendo un dedo o una tetina dentro de la boca y entonces se produce una succión vigorosa.
    El reflejo de búsqueda se da en los bebés a término normales.
    Le permite encontrar el pezón sin que lo dirijan. Cuando se toca ligeramente la comisura de la boca, el labio inferior del mismo lado baja y mueve la lengua hacia el punto de estímulo.
Cuando el dedo del que lo examina se desliza hacia ese punto, gira la cabeza para  seguirlo. Este reflejo de “búsqueda” también se denomina reflejo perioral o del hociqueo. Los autores franceses denominan estos reflejos como “reflejos de los puntos cardinales”.
Reflejos oculares
   Reflejos de parpadeo. Diferentes estímulos provocan parpadeo, incluso si el niño está dormido, o producen un tensamiento de los párpados cuando los ojos están cerrados.
    Si  hay dificultades para inducir el reflejo, debido a que los ojos están cerrados, la estimulación de la región perioral puede provocar que el niño abra los ojos, con lo que la prueba puede realizarse fácilmente.
    La demostración satisfactoria de estos reflejos muestra que el estímulo, ya sea sonoro, luminoso o táctil, ha sido recibido, que es muy poco probable que exista depresión cerebral y que los músculos apropiados se contraen como respuesta.
    La  respuesta en ojos de muñeca. Se denomina así, porque se produce un retardo en el movimiento de los ojos después de haber girado la cabeza. El reflejo suele darse en los 10 primeros días, desapareciendo a medida que se desarrolla la fijación. El reflejo puede durar más tiempo en los niños anormales.
    Reflejos pupilares. La pupila reacciona ante la luz, pero en el caso de los niños prematuros y de algunos bebés a término el tiempo de exposición a la luz ha de ser prolongado para provocar el reflejo; la luz utilizada no debería ser muy brillante, para que no cierre los ojos.
Reflejo de Moro
    Puede ser provocado de dos formas. Se coloca al bebé en posición supina con la parte posterior de la cabeza apoyada en la palma de la mano, unos 3 cm. por encima de la mesa. Soltando rápidamente la cabeza, se consigue iniciar el reflejo. Otro método alternativo es aguantarlo con las manos y elevarlo ligeramente sobre la mesa.

    El reflejo consiste en la abducción y en la extensión de los brazos. Las manos se abren, pero los dedos suelen quedarse curvados. Esta fase va seguida por la aducción de los brazos como si se tratara de un abrazo. Este reflejo está acompañado por lloros, la extensión del tronco y de la cabeza con movimientos de las piernas.
     El reflejo es menos prolongado cuando hay hipertonía; el movimiento completo del brazo está obstaculizado por el tono muscular aumentado... En la hipertonía grave, es imposible provocar el reflejo. Cuando hay hipotonía grave es difícil obtener el reflejo: se encuentra muy disminuído si se han administrado muchos calmantes a la madre o si existe una lesión cerebral.
La respuesta de Moro es un reflejo vestibular. Desaparece a los 3 o 4 meses aproximadamente.
Reflejo de alarma
    Este suele confundirse con el reflejo de Moro. En el reflejo de alarma, obtenido por medio de un ruido fuerte repentino o golpeando el esternón, se flexiona el codo (no se extiende, como en el reflejo de Moro) y la mano permanece cerrada.
Reflejo de prensión
    Se provoca introduciendo un dedo u otro objeto adecuado en la palma de la mano por el lado cubital. Cuando se estimula la palma, los dedos se flexionan y hacen presa en el objeto. Durante la prueba, el dorso de la mano no debería ser tocado, ya que esto excita el reflejo inverso y la mano se abre. Una vez obtenido el reflejo de prensión, puede levantarse el dedo ligeramente hacia arriba. Al hacer esto con un niño a término, la presa se refuerza y se produce una tensión gradual de los músculos que van desde la muñeca hasta el hombro, hasta un momento en el que el bebé se queda colgado del dedo momentáneamente. Se puede conseguir una respuesta similar dando golpecitos a la planta del pie por debajo de la base de los dedos. El reflejo de prensión se valora, en parte, en relación con la intensidad, con la simetría y con su persistencia cuando debería haber desaparecido. Debería desaparecer en 2 ó 3 meses y su persistencia puede indicar la forma espástica de la parálisis cerebral.
Reflejo del pie
    Consiste en una flexión viva de la extremidad y se produce como respuesta a un estímulo nocivo como es un alfilerazo en la planta del pie. El reflejo de extensión cruzada se obtiene sujetando una pierna extendida por la rodilla y aplicando una presión firme sobre la planta o golpeándola en el mismo lado. André Thomas sugirió que la respuesta plantar es obtenida más fácilmente sujetando el pie perpendicularmente al suelo y estimulando la parte anterior del primer espacio ínter óseo. Se dio particular importancia a la asimetría de la respuesta. Desapareció a la edad de 8 meses.
Reflejos de posición y de deambulación
    La reacción de apoyo de la extremidad se provoca apoyando la parte anterior de la tibia o del cúbito contra el borde de una mesa. El niño levanta una pierna para colocar el pie encima de la mesa, o eleva el brazo para colocar la mano encima de la mesa.
      El reflejo de deambulación o de marcha se obtiene sujetando al bebé en posición vertical sobre una mesa de forma que la planta del pie presione contra ésta. Esto inicia la flexión y extensión recíproca de las piernas, simulando la marcha. El reflejo de deambulación desaparece en los niños normales a la edad de 5 ó 6 semanas, pero puede seguirse obteniendo durante algunas semanas más, si la cabeza del bebé está extendida cuando su pie está plano sobre la mesa de examen.
Incurvación del tronco (reflejo de Galant)
    Si se coloca al niño en suspensión ventral o se le sitúa en posición prona, la estimulación de la parte lateral de la columna o de la región lumbar, provoca la flexión del tronco hacia el lado en el que se ha producido el estímulo. De 0 a 2 meses.
Reflejos tónicos del cuello
Pueden ser simétricos y asimétricos.
    El más conocido es el asimétrico y se observa a intervalos en los bebés pequeños durante los 2 primeros meses. Cuando el niño se encuentra en posición supina y no llora, puede verse echado con la cabeza vuelta hacia un lado y con el brazo y la pierna del mismo lado, extendidos. La rodilla contralateral suele estar flexionada. El reflejo desaparece normalmente a la edad de 2 ó 3 meses. El reflejo se encuentra más acentuado en los bebés espásticos y permanece más tiempo que en los niños normales. El reflejo es, en parte, el responsable de evitar que el niño pase de la posición prona a la supina o viceversa, durante las Primeras semanas.

    El reflejo tónico simétrico del cuello es provocado por la flexión o extensión del cuello.
    Al levantar la cabeza del niño que se encuentra de rodillas, se aumenta el tono extensor de los brazos y el tono flexor de las piernas. Si el reflejo es fuerte el niño extiende los brazos y flexiona las piernas; la flexión del cuello produce el efecto inverso. Se comprueba la influencia de este reflejo en los niños normales cuando levantan la cabeza y los hombros en posición prona: les ayuda a apoyarse sobre los brazos y a pasar a manos y rodillas: El reflejo desaparece cuando empiezan a gatear, un movimiento que exige una independencia del movimiento de las extremidades de la posición de la cabeza. En la parálisis cerebral, el reflejo suele ser hiperactivo.

Reflejos tónicos del laberinto
    Estos reflejos afectan a las cuatro extremidades y están estrechamente relacionados con los reflejos tónicos del cuello.
    Su efecto se aprecia mejor en la cabeza, hombros, brazos y tronco. Estando el niño con parálisis cerebral en posición horizontal supina, empuja con la cabeza hacia atrás, y la flexión pasiva puede ser resistida fuertemente. En posición prona, se produce la flexión de la cabeza cuello y columna y opone resistencia al elevamiento pasivo de la cabeza.
    Cuando el niño normal de 4 meses o más, se encuentra en posición prona y la barbilla es levantada pasivamente, se produce una extensión protectora de los brazos con la utilización de las manos como apoyo.
    Reflejos de enderezamiento. Son los responsables de la habilidad para restaurar la posición normal de la cabeza en el espacio y para mantener la relación postural normal de la cabeza,tronco y extremidades durante todas las actividades.
Entre estos reflejos se encuentran:
  1.  Reflejo de enderezamiento del cuello. Está presente al nacimiento y cuando más fuerza tiene es a la edad de 3 meses. Si se gira la cabeza hacia un lado, le sigue el movimiento del cuerpo como un todo.
  2.  El reflejo laberíntico de enderezamiento actúa sobre la cabeza. Se da a los 2 meses y cuando tiene más fuerza es a los 10 meses. Permite que el niño levante la cabeza estando en posición prona (cuando tiene 1 o 2 meses) y posteriormente cuando se encuentra en posición supina.
  3.  El reflejo de enderezamiento del cuerpo, actúa sobre el cuerpo. Aparece a los 7 a 12 meses. Modifica el reflejo de enderezamiento del cuello y desempeña un importante papel en los primeros intentos del niño para sentarse y pasar a bipedestación.
    Reflejo de LandauSi el niño se encuentra en suspensión ventral, la cabeza, la columna y las piernas se extienden: si la cabeza se flexiona pasivamente, la cadera, la rodilla y los codos se flexionan. Esta reacción se produce normalmente desde la edad de 3 meses, se da en la mayoría de los bebés hasta los 6 meses y se vuelve cada vez más difícil de producir cuando tienen 1 año. Se observa la ausencia de este reflejo en niños de más de 3 meses con debilidad motora, parálisis cerebral y deficiencia mental.
La reacción de paracaídas
    Aparece a los 6 a 9 meses y es constante a lo largo de toda la vida. Este reflejo se provoca sujetando al niño en suspensión ventral y bajándolo repentinamente hacia la mesa de examen. Extiende los brazos como para protegerse de la caída.

    Las reacciones de apoyo son similares: aproximadamente desde los 5 a los 7 meses, cuando el niño se encuentra en la posición de sentado, se le ladea hacia un lado o hacia atrás, extiende los brazos hacia la posición adecuada como si se protegiera de la caída.
Reflejos tendinosos
    Los reflejos tendinosos más útiles y más fáciles de comprobar son los del bíceps, los reflejos rotulianos y los supinadores. Suelen darse de forma exagerada en la parálisis cerebral  espástica. En las enfermedades del tracto piramidal, se aumenta considerablemente el área en que puede obtenerse los reflejos tendinosos -del mismo modo que aumenta en los niños de más edad el área en el que se produce la respuesta plantar.



REACCIONES NEUROMOTRICES
    Principalmente en el desarrollo se produce por la  intervención paulatina de tres tipos de reacciones automáticas: reacciones de enderezamiento, reacciones de equilibrio y reacciones de protección; que a su vez nos van a proporcionar los patrones de coordinación de la postura y el movimiento básicos, que son: control cefálico, volteo, cambio postural a sentado, rodillas, bipedestación. Estos patrones van a ser la base sobre la que se asienten las actividades más evolucionadas.
     Su valoración no es útil para observar cómo el niño, desde pequeño, usa y adapta la información sensorial, la capacidad de adaptar su posición en el espacio y con relación a los diferentes segmentos de su cuerpo a través de unos cambios posturales impuestos por el examinador. Esta valoración o motricidad dirigida, pone en juego el tono activo. Son ejercicios del fisioterapeuta, enderezamientos y desplazamientos en los diferentes planos del espacio, que tienen por finalidad provocar una serie de gestos y cambios de postura en los diferentes segmentos del cuerpo: cómo orientar la cabeza respecto al cuerpo, las extremidades y el espacio a partir de la información sensorial, de manera que al provocar movimientos activos de los músculos se provoca información propioceptiva al cerebro. En esta exploración diferenciamos respuesta normal o anormal; si el niño puede modificar o cambiar voluntariamente; o si no puede modificar el esquema neuromotor anormal.
Reacciones en suspensión ventral: grado de extensión de cabeza y piernas.
Reacciones en suspensión dorsal: tendencia a la extensión de las EEII.
Reacciones en suspensión lateral: grado de extensión  y giro completo en suspensión para ver si reacciona siempre igual para todos los ángulos.
En sedestación, los desplazamientos del cuerpo sobre las nalgas en el eje corporal.
En cuclillas: ver si es capaz de mantener su peso sobre la gravedad y adaptarse a las variaciones de los movimientos manteniendo sus piernas simétricas.
Maniobra de  pull to sit: de supino a sedestación traccionando de las manos con abducción de brazos  observando el control de la cabeza.
Volteo provocado desde los brazos: se tracciona del brazo y el niño apoya el antebrazo y eleva la cabeza.
Volteo desde la cabeza
Volteo desde las piernas.
De supino a sedestación: traccionamos del brazo en posición oblicua y provocamos que se siente apoyando el antebrazo y la mano contrarios.
Elevación del  niño del plano de apoyo cogiéndolo por las axilas, notamos si sostiene nuestras manos y si hace movimiento simétrico de los pies.

RESUMEN DEL DESARROLLO DE LAS MANOS

1 mes:
  • Reflejo de grasping.
  • Puños cerrados.
  • Se chupa las manos.
2 meses:
  • Disminuye el reflejo de grasping.
  • Las manos se abren siendo el dedo índice el último.
3 meses:
  • El grasping no existe.
  • Las manos están abiertas.
  • Mantiene, mira, sacude el sonajero.
  • Realiza pequeños movimientos.
4 meses:
  • Coordinación viso – manual
  • Prensión
  • Aproxima objetos a la boca
  • Retira la sabana
5 meses:
  • Prensión palmar-cubital.
  • Juega con sus pies.
6 meses:
  • Se pasa objetos de una mano a otra.
  • Visión – prensión perfecta.
  • Suelta un objeto cuando se le ofrece otro.
7 meses:
  • Coge objetos rascando por el lado radial.
  • Extiende el brazo al lanzar un objeto.
8 meses:
  • Radial, digital (tenaza) pero no presenta oposición.
9 meses:
  • Usa el pulgar e índice (tijera) para coger objetos más pequeños.
10 meses:
  • Si la mano tiene apoyo→pinza pulgar -índice
  • Coge objetos muy pequeños, pero no soltando.
  • Se aproxima objetos con el índice.
11 meses:
  • Pinza perfecta.
  • Mete cubos en una taza.
  • Bebe de una taza con ayuda.
12 meses:
  • Prensión fácil y precisa.
  • Dificultad en soltar objetos pequeños.
  • Juega con cubos.
 TALLER:
1- ELABORE UNA CARTELERA CON IMÁGENES DE CADA REFLEJO
2- ELABORE CUADRO COMPARATIVO ENTRE LA EDAD Y LOS REFLEJOS
ELABORE CUADRO CONCEPTUAL SOBRE LOS TIPOS DE REFLEJOS

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